EFECTOS DE LA LUZ UV SOBRE NUESTROS OJOS

EFECTOS DE LA LUZ ULTRAVIOLETA EN LOS OJOS

 

Luz ultravioleta es el nombre que se le da a las ondas electromagnéticas, cuya longitud de onda está comprendida entre el rango visible y los rayos X, es decir, entre los 420 y 100nm aproximadamente. Esta radiación es la responsable de las molestas quemaduras en la piel, las que se producen tras una exposición prolongada al sol en horarios críticos. Asimismo, nuestros ojos pueden sufrir daños irreversibles si no asumimos los cuidados respectivos. 

La radiación ultravioleta, se divide en tres tipos, dependiendo de su longitud de onda y el papel que cumple en la salud humana:

LAS NUBES SOLO FILTRAN EL 10% DE LA RADIACION UV

LAS NUBES SOLO FILTRAN EL 10% DE LA RADIACION UV

 – Radiación UV-C (100 nm a 290 nm) la capa de ozono evita que llegue a la tierra.

 – Radiación UV-B (290 nm a 320 nm) la más perjudicial y principal responsable del daño ocular, a la piel y sistema inmunológico (disminuye la respuesta inmune celular en el sitio irradiado y a mayores dosis disminuye la inmunidad sistémica).

 – Radiación UV-A (320 nm a 400 nm) es menos dañina, responsables del bronceado y reacciones de fotosensibilidad.

 PROTECCIÓN DEL OJO A LA RADIACIÓN UV

La mayor parte de la radiación UV es absorbida por la córnea y el cristalino, mientras que menos del 1% llega a la retina. La exposición constante y prolongada a la luz solar, puede conducir a diversas patologías oculares, debido a su efecto acumulativo.

Patologias oculares Agudas (pueden ser reversibles):

Eritema (enrojecimiento).

Queratoconjuntivitis (nieve por radiación UV-B, arco voltaico por radiación UV-C).

Infecciones herpéticas, por disminución de las defensas.

Quemadura de los fotorreceptores de la retina foveal (irreversible). Se produce al mirar un eclipse solar sin protección.

Crónico (por daño acumulativo, es irreversible):

 

Foto envejecimiento de piel de párpados y cáncer de piel.

Pinguécula (engrosamiento conjuntival), pterigión (engrosamiento y proliferación de la conjuntiva hacia córnea) que, sin ser malignos, son antiestéticos.

Cáncer de células escamosas de conjuntiva.

Enfermedad herpética por depresión inmunitaria.

Catarata especialmente cortical.

Degeneración macular relacionada con la edad (daño macular irreversible, que produce disminución de la agudeza visual central, que es la que permite discriminar detalles, leer).

Cada día son más los recursos disponibles para proteger nuestros ojos de la Radiación Ultravioleta. En primer lugar, no debemos olvidar que las radiaciones afectan a nuestra salud visual durante todo el año y no solo a lo largo de la temporada estival.

Una excelente opción para proteger a nuestros ojos de las radiaciones, es mediante el uso de pantallas o filtros UV incorporados a los lentes ópticos y lentes de sol (de tamaño y forma adecuada). Esto, ya que con filtro UV se logra 100% de protección. También ayuda el uso de visera.

 

Es importante recordar que todos debemos usar protección UV al exterior, sea invierno o verano, esté despejado o nublado, y desde la niñez: a más años de exposición a la luz UV, mayor es la probabilidad de desarrollar algún tipo de daño, ya sea cutáneo y/o visual.

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